Nueva York - En muchos centros de trabajo, los patrones se aprovechan de la ignorancia de los trabajadores y manipulan la realidad cuando se registra un accidente, dijo el días pasados el abogado William Schwitzer ante un grupo de trabajadores.
Durante la realización del primero seminario “Sufrí un accidente ¿Y ahora que hago?” el cual fue patrocinado por Dinkes & Schwitzer y El Proyecto de los Trabajadores Latinoamericanos Inc., el abogado explicó las estrategias que utilizan los patrones para evitar que un trabajador accidentado presente alguna demanda o reciba beneficios de compensación laboral. Dijo que una de ellas es manipular los hechos.
“Nos hemos encontrado con casos en que un trabajador llega a un hospital y el patrón se pone en contacto con los doctores y enfermeras y comienza a tergiversar los hechos”, explicó el abogado.
En otros casos –continuó Schwitzer- los patrones amenazan a los empleados para que den declaraciones falsas en contra de su companero que se accidentó. “Muchas veces, los trabajadores se prestan al fraude y le dicen a las autoridades que la persona que sufrió un accidente simplemente no trabajaba en el sitio”.
Lo peor de todo es cuando un empleado ha sufrido una lesión grave y los patrones lo dejan a su triste suerte, lo despiden y le anuncian que no tiene seguro, ni tampoco dinero para cubrir sus gastos médicos.
Ante esta situación, explicó Schwitzer, los trabajadores pueden acogerse a la compensación laboral -el cual es un beneficio de los seguros de los empleados- o del fondo del estado de Nueva York.
El licenciado recomendó a los trabajadores documentados e indocumentado que busquen asesoría legal con una firma seria y con prestigio, “porque los seguros reconocen el nombre del abogado demandante por su reputación para fijar algún tipo de compensación”.
“Nosotros les recomendamos a los trabajadores que hablen directamente con los abogados, que no acepten propuestas de secretarias o asistentes legales, porque el cliente debe sentirse con plena confianza con su representación”.
Durante la sesión, algunos trabajadores explicaron sus experiencias en sus centros laborales. Tal fue el caso de Martha, de origen dominicano, quien dijo que había sufrido un accidente en un hospital de la ciudad y que nunca recibió el apoyo de sus abogados. “Ahora tengo la columna vertebral danada, no puedo trabajar y no he recibido ningún tipo de compensación”. Explicó que seguirá luchando hasta que se haga justicia en su caso.
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