Wednesday, June 30, 2010

Celebran partido Mexico-Argentina en Queens



Pese a la derrota de Mexico, cientos de seguidores de ese equipo agradecieron el domingo pasado a la firma de abogados Dinkes & Schwitzer por haber patrocinado la transmision del encuentro de futbol.


Damaso Gonzalez
Nueva York – Para muchos mexicanos, el sueno de llegar a la final se detuvo en alguna parte de La Patagonia y habrán que esperar cuatro anos más para ver si se logra avanzar a octavos de final.
En el condado de Queens, el nerviosismo era evidente ayer por la manana entre los residentes de origen mexicano. “Creo que vamos a ganar, pero la verdad que Argentina es muy fuerte y la pelea va a ser muy dura”, dijo Joaquín Rojas, quien caminaba por la Avenida Roosevelt.
Otros, sin embargo, fueron cautelosos y lo más que pedían era que los jugadores tricolores sudaran la camisa y dieran un buen fútbol.
Fue entonces que inició el partido. Los asistentes al restaurante Jalisco de Noche se sentían motivados después de que uno de sus connacionales había pegado en el travesano del equipo argentino. La emoción se extendió luego de que El bofo prácticamente tenía en sus manos el primer tanto. Fue así que los vivas a México y los Si se puede se extendieron por espacio de 20 segundos.
Pero el gol tempranero de Argentina opacó el festejo para transformarse en reproches contra los jugadores mexicanos.
“Pinche equipo, siempre hace lo mismo. Juega muy bien los primeros 15 minutos y después se pierden. Vale madres!”, dijo Oscar Rojas, quien apenas y daba crédito a lo que veía.
El segundo tanto fue el acabose para los expectadores del bar. “Pinches defensas pendejos, ¿Cómo se les ocurre jugar así con una delantera como la de Argentina?”, dijo Pedro Cervantes.
El segundo tiempo significó una esperanza para los asistentes al bar. “Vamos a remontar”, decía Andrea, de 19 anos de edad.
Pero esta vez su deseo no se logró. Un tercer tanto de Argentina enmudeció a los cientos de expectadores de dicho bar.
Las mentadas de madre contra El Vasco Aguirre comenzaron a aflorar la sala de proyecciones. “Qué es lo que están haciendo, pinches pendejos”, dijo un comensal.
El gol de México dio un suspiro en el bar de Queens, pero cedieron tan pronto y los jugadores argentinos comenzaron a controlar la pelota y a fingir faltas. Ya para el final, los aplausos a su selección fueron escasas, no así la ronda de cervezas.

Para muchos mexicanos, el sueno de llegar a la final se detuvo en alguna parte de La Patagonia y habrán que esperar cuatro anos más para ver si se logra avanzar a octavos de final.
En el condado de Queens, el nerviosismo era evidente ayer por la manana entre los residentes de origen mexicano. “Creo que vamos a ganar, pero la verdad que Argentina es muy fuerte y la pelea va a ser muy dura”, dijo Joaquín Rojas, quien caminaba por la Avenida Roosevelt.
Otros, sin embargo, fueron cautelosos y lo más que pedían era que los jugadores tricolores sudaran la camisa y dieran un buen fútbol.
Fue entonces que inició el partido. Los asistentes al restaurante Jalisco de Noche se sentían motivados después de que uno de sus connacionales había pegado en el travesano del equipo argentino. La emoción se extendió luego de que El bofo prácticamente tenía en sus manos el primer tanto. Fue así que los vivas a México y los Si se puede se extendieron por espacio de 20 segundos.
Pero el gol tempranero de Argentina opacó el festejo para transformarse en reproches contra los jugadores mexicanos.
“Pinche equipo, siempre hace lo mismo. Juega muy bien los primeros 15 minutos y después se pierden. Vale madres!”, dijo Oscar Rojas, quien apenas y daba crédito a lo que veía.
El segundo tanto fue el acabose para los expectadores del bar. “Pinches defensas pendejos, ¿Cómo se les ocurre jugar así con una delantera como la de Argentina?”, dijo Pedro Cervantes.
El segundo tiempo significó una esperanza para los asistentes al bar. “Vamos a remontar”, decía Andrea, de 19 anos de edad.
Pero esta vez su deseo no se logró. Un tercer tanto de Argentina enmudeció a los cientos de expectadores de dicho bar.
Las mentadas de madre contra El Vasco Aguirre comenzaron a aflorar la sala de proyecciones. “Qué es lo que están haciendo, pinches pendejos”, dijo un comensal.
El gol de México dio un suspiro en el bar de Queens, pero cedieron tan pronto y los jugadores argentinos comenzaron a controlar la pelota y a fingir faltas. Ya para el final, los aplausos a su selección fueron escasas, no así la ronda de cervezas.

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