Wednesday, June 30, 2010
Caras largas y desespero en encuentro México-Uruguay
Damaso González
Passaic, NJ – Las caras largas y los gritos de desesperación lo decían todo. El equipo que combatió al equipo francés la semana pasada se esfumó frente al equipo de Uruguay.
Los asistentes al restaurante El Aguila, en este condado, esperaban lo mejor. “Nos conviene un triunfo para evitar a Argentina”, dijo Arturo Pineda, quien prefirió faltar a su trabajo para apoyar a su equipo. “De cualquier forma, que nos echen al que sea, pues al cabo tenemos con qué darles”.
Otros, sin embargo, querían espectáculo. “Me gusta el fútbol y yo me conformo con ver a los mexicanos sudar la camiseta”.
Como ha sido costumbre, los hinchas prefieren llenar la barriga antes del partido. “Para calmar los nervios”, dijo Jorge Hernández, quien vino desde Queens para apoyar a su gente en este condado. “Lo que importa aquí es promover la unidad de los mexicanos”.
Ya iniciado el partido, los asistentes al restaurante mexicano buscaban la forma de controlar su ansiedad. Algunos tocaron sus trompetas y silbazos, mientras que otros se desquitaron con los tambores y las matracas.
Llegó la hora del partido, junto con los vivas a México y los si se puede. No habían pasado ni dos minutos cuando un fallo de la defensa azteca puso a temblar a los seguidores del encuentro. “Pinches pendejos, los van a golear”, dijo un joven, mientras le clavaba el diente a su taco de carnitas.
Los minutos pasaron, no así las tortas y los tacos cuya venta comenzó a verse afectada ante la intensidad del partido.
Un tiro de Guardado cambió un poco el ánimo de los hinchas. El dominio de los mexicanos animó un poco a la gente. “Está cabrón el Uruguay, pero hay que seguirle”, dijo Joel Pérez, mientras veía las constantes imprecisiones de los delanteros tricolores.
Lo peor llegó cuando una jugada aérea permitió a Uruguay anotar el primer tanto. Para ese entonces las mentadas de madre no cesaban sobre “Guille”, quien había fallado varios pases de bola. “Yo no entiendo porque Aguirre lo mantiene en la cancha. Ese pendejo tiene que salir y entrar el “Chicharito” Hernández.
Para Pedro Matar, propietario del restaurante, una derrota de México significaba enfrentarse a Argentina. “No creo que convenga esa situación, pues ellos (los argentinos) nos eliminaron en el mundial pasado”.
Los siguientes 45 minutos fueron de frustración. “Pinche equipo, no está jugando para nada. No se ve que suden la camiseta”, dijo María Hernández. “Merecen que los saquen del mundial”.
Por fortuna, Sudáfrica impidió que eso pasara.
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